jueves, 22 de julio de 2010

La definición de discapacidad para el aprendizaje, propuesta por el Nacional Joint Comitté on Learning Disabilities (Comité Nacional Conjunto sobre Discapacidades para el aprendizaje, 1987: en Sattler, 2002) es la siguiente:

• Discapacidades para el aprendizaje. Es un término general que se refiere a un grupo heterogéneo de trastornos que se manifiestan a través de dificultades significativas en la adquisición y uso de capacidades auditivas, de habla, lectura, escritura, razonamiento y cálculo matemático. Estos trastornos son intrínsecos al individuo, se supone que se deben a disfunción del sistema nerviosos central y pueden ocurrir a lo largo de toda la vida. Los problemas en conductas autorregulatorias, percepción e interacción social quizá coexistan con las discapacidades para el aprendizaje, pero en sí mismos no constituyen una discapacidad para el aprendizaje, pero en si mismos no constituyen una discapacidad para el aprendizaje. Aunque estas discapacidades pueden ocurrir de manera concomitante con otros padecimientos discapacitantes. (p. ej., alteración sensorial, retraso mental, trastorno emocional grave) o con influencias extrínsecas (como diferencias culturales, instrucción insuficiente o inapropiada), no son el resultado de tales padecimientos o influencias.

lunes, 19 de julio de 2010

Carta a los chicos

No sé si les dije que hoy es un día violeta, es decir de sol que amenaza con lluvia. De veredas repletas de gente que apenas se mira. Así son los días violetas. A mí me pasa que quiero escribir un cuento y la lapicera se me corre de las manos. Que tengo ganas de tomar leche con galletitas y seguro que si voy a la mesa me encuentro con un tazón de té. Y que no me enojo porque los violetas no son días de enojarse.

Podría ser azul, como cuando el cielo es un espejo y las caras de las personas parecen flores que se abren contra el viento. O rojo, como cuando todo parece estar a punto de suceder: una risa a punto de estallar, dos manos a punto de estrecharse, una avión a punto de levantar vuelo. Pero no. Ni rojo ni azul. El día de hoy es violeta y así son los días violetas.

Por mucho que uno quisiera no podría volverlo amarillo. Un día amarillo claro. De esos en que los ojos se quedan atrapados en el vidrio de una ventana y los recuerdos van de atrás para adelante y de adelante para atrás. Como si se abriera un álbum de fotografías y las caras risueñas de los familiares vivieran de nuevo momentos que ya pasaron. Esos días amarillos en los que uno está adentro de su casa porque llueve. Esos días amarillos que se confunden con los grises sólo porque cuando llueve el cielo se pone gris.

Sin embargo los días grises son distintos. En ellos puede haber sol y los árboles estar más que florecidos. En los días grises, es la mirada de uno la que tiene nubes y entonces por cualquier cosa se llora. O se hace puchero. O un nudo en la garganta simplemente porque si. O porque uno quisiera que fuera un día azul y las nubes de la mirada lo nublan todo.

A mí me gustan los días verdes. Como las copas de los árboles en primavera. Como enormes extensiones de campo vistas desde lo alto. Son días en los cuales los edificios parecen construidos de pasto. Y hasta los delantales blancos de la escuela parecen hojas moviéndose de aquí para allá.

Uno se da cuenta desde que amanece cuando el día es verde. Porque en vez de quedarse en la cama, se sienten las piernas para caminar y saltar. Y llegar a cualquier parte aunque quede muy lejos.

Desde que uno se viste sabe que el día es verde. Y entonces es posible hacer los deberes con música de fondo. O jugar con los amigos que ese día —porque es verde para ellos también— están más divertidos que nunca.

A mí me gustan los días verdes porque los cuentos que escribo son los mejores y los leen hasta los marcianos.

A mí me gustan los días verdes, porque tienen algo de azul aunque no lo sean. Porque los días azules son como hermosas postales para mirar. Y los verdes son, sobre todo, para pisar.

Hay días lisos, con pintitas y multicolores. Horas anaranjadas con horas fucsias que se mezclan. Y tardes blancas para enamorarse.

Así se desliza la vida. Desde la paleta de un pintor desconocido. El tiempo se derrama gota a gota del pincel.

Por eso hoy es un día violeta. Y tal vez mañana sea rojo. O dorado o transparente. En uno de ésos, quizás nos encontremos.

martes, 22 de junio de 2010

Angulos

Clasificación de ángulos según su medida

Agudo < 90° Recto = 90° Obtuso>90°

Convexo < 180° Llano = 180° Cóncavo > 180°

Nulo = 0º Completo = 360°

Negativo < 0º Mayor de 360°

Clasificación de ángulos según su posición
Ángulos consecutivos

Ángulos consecutivos son aquellos que tienen el vértice y un lado común.
Ángulos adyacentes

Ángulos adyacentes son aquellos que tienen el vértice y un lado común, y los otros lados situados uno en polongación del otro.
Forman un ángulo llano.
Ángulos opuestos por el vértice

Son los que teniendo el vértice común, los lados de uno son prolongación de los lados del otro.
Los ángulos 1 y 3 son iguales.
Los ángulos 2 y 4 son iguales.
Clasificación de ángulos según su suma
Ángulos complementarios

Dos ángulos son complementarios si suman 90°.
Ángulos suplementarios

Dos ángulos son suplementarios si suman 180°.
Ángulos resultantes del corte entre dos rectas paralelas y perpendiculares entre sí
Ángulos correspondientes


Los ángulos 1 y 2 son iguales.
Ángulos alternos internos


Los ángulos 2 y 3 son iguales.
Ángulos alternos externos


Los ángulos 1 y 4 son iguales.
Tipos de ángulos de un polígono regular

Ángulo central de un polígono regular
Es el formado por dos radios consecutivos.
Si n es el número de lados de un polígono:
Ángulo central = 360° : n
Ángulo central del pentágono regular= 360° : 5 = 72º
Ángulo interior de un polígono regular
Es el formado por dos lados consecutivos.
Ángulo interior =180° − Ángulo central
Ángulo interior del pentágono regular = 180° − 72º = 108º
Ángulo exterior de un polígono regular
Es el formado por un lado y la prolongación de un lado consecutivo.
Los ángulos exteriores e interiores son suplementarios, es decir, que suman 180º.
Ángulo exterior = Ángulo central
Ángulo exterior del pentágono regular = 72º
Ángulos de la circunferencia
Ángulo central

Ángulo que tiene su vértice en el centro de la circunferencia y sus lados son dos radios.
La medida de un arco es la de su ángulo central correspondiente.

Ángulo inscrito

Su vértice está en la circunferencia y sus lados son secantes a ella.
Mide la mitad del arco que abarca.

Ángulo semiinscrito

Su vértice está en la circunferencia, un lado secante y el otro tangente a ella.
Mide la mitad del arco que abarca.

Ángulo interior

Su vértice es interior a la circunferencia y sus lados secantes a ella.
Mide la mitad de la suma de las medidas de los arcos que abarcan sus lados y las prolongaciones de sus lados.

Ángulo exterior
Su vértice es un punto exterior a la circunferencia y los lados de sus ángulos son: o secantes a ella, o uno tangente y otro secante, o tangentes a ella:


Mide la mitad de la diferencia entre las medidas de los arcos que abarcan sus lados sobre la circunferencia.

TARDE

LA TARDE TRANSCURRE, SILENCIOSA Y SOLEADA
SE ESCURRE DE MIS MANOS CADA GOTA DE TIEMPO
UN SEGUNDO, UNA HORA
TODO DA LO MISMO DESDE TU PARTIDA.

Y EL DÍA SE HACE NOCHE
Y YO AUN TE ESPERO
Y AUNQUE ME EXPLICAN NO COMPRENDO
QUE YA NO HAY MARCHA ATRÁS.

TANTO TE AMÉ, TANTO TE HE DADO
MIS MANOS SE QUEBRARON
EN LOS INFINITOS ABRAZOS
INTENTANDO PERFORAR TU CUERPO
Y TOMARTE EL ALMA,
COMO UN VAMPIRO SENTIMENTAL.

TANTO TE AMÉ, TANTO TE HE DADO
SIN SENTIDO ALGUNO
PUES SOLA HE QUEDADO
SOÑANDO QUE TAL VEZ
MAÑANA PUEDES VOLVER.

MELINA JAUREGUIZAHAR SERRA

Grecia antigüa

La civilización helénica de la Grecia antigua se extendió por la Península Balcánica, las islas del mar Egeo y las costas de la península de Anatolia, en la actual Turquía, constituyendo la llamada Hélade. La civilización helénica o griega tiene su origen en las culturas cretense y micénica.

Hacia el 2700 a.C. se desarrolló en la isla de Creta una rica y floreciente cultura comercial perteneciente a la Edad del Bronce. Esta cultura recibe el nombre de minoica o cretense. En torno al año 1600 a.C., los aqueos, un pueblo de habla griega y de origen indoeuropeo, irrumpieron en el territorio de la Grecia continental, estableciéndose en el extremo noreste de la península del Peloponeso. Este pueblo llegó a dominar a los cretenses. Su ciudad más importante fue Micenas.

Hacia el año 1200 a.C., otro pueblo de origen griego, los dorios, que utilizaban armas de hierro, se apoderaron de Grecia derrotando a los micenios. La guerra de Troya, descrita por Homero en la Iliada, fue, probablemente, uno de los conflictos bélicos que tuvieron relación con esta invasión. Esparta y Corinto se transformaron en las principales ciudades dóricas. Con los dorios empezó un período de retroceso cultural que se conoce con el nombre de Edad oscura.

Después de la conquista de los dorios, la vida en toda Grecia descendió a un nivel muy primitivo, y así se mantuvo durante varios cientos de años. Sin embargo, desde el siglo VIII y hasta el siglo VI a.C., período que se conoce como época arcaica, Grecia desarrolló y culminó una gran recuperación política, económica y cultural.

Tal recuperación fue posible gracias a la organización en ciudades Estado (polis) y a la fundación de colonias en las costas de Asia Menor y del mar Negro, en Sicilia, en el sur de Italia, en el sur de Francia y en el levante español.

Las nuevas colonias se convirtieron en polis políticamente independientes de la metrópoli (polis madre), pero mantuvieron estrechos vínculos religiosos, económicos y culturales. Estas colonias fueron uno de los factores del desarrollo económico de Grecia en este período.

Los siglos V y IV a.C. corresponden al apogeo de las grandes ciudades estado independientes, entre las que destacan las polis de Atenas y Esparta.

Cada uno de estos grandes estados absorbió a sus débiles vecinos en una liga o confederación dirigida bajo su control. Esparta, estado militarizado y aristocrático, estableció su poder a base de conquistas y gobernó sus estados súbditos con un control muy estricto. La unificación del Ática, por el contrario, se realizó de forma pacífica y de mutuo acuerdo bajo la dirección de Atenas.

Al principio del período, los griegos se unieron para derrotar a los temidos persas en las llamadas guerras médicas. Tras la victoria, Atenas se convirtió en la potencia hegemónica de la Liga de Delos, alianza que se había formado para defenderse de los persas. En política interior los atenienses consolidaron el sistema político conocido con el nombre de democracia, gobierno del pueblo, y en política exterior se convirtieron en la gran potencia político-militar de la Hélade, lo que les acarreó gran número enemigos. Este periodo es denominado como la 'Edad de Oro de Atenas', o 'Siglo de Pericles' en honor al gobernante que llevó a Atenas a su máximo esplendor.

Durante el mandato de Pericles se construyeron el Partenón, el Erecteion y otros grandes edificios. El teatro griego alcanzó su máxima expresión con las obras trágicas de autores como Esquilo, Sófocles y Eurípides, y el autor de comedias Aristófanes. Tucídides y Heródoto fueron famosos historiadores, y el filósofoSócrates fue otra figura de la Atenas de Pericles quien hizo de la ciudad un centro artístico y cultural sin rival.

Las diferencias entre Atenas y Esparta desembocaron en la destructora guerra del Peloponeso, en la que participaron casi todos los griegos unidos a uno u otro bando. La guerra duró hasta el 404 a.C. y acabó con la derrota de los atenienses y el establecimiento de la hegemonía espartana sobre Grecia.

Aprovechando la confusión y debilidad de los contendientes en las Guerras del Peloponeso, el rey Filipo II de Macedonia convirtió su reino en la nueva potencia de la Hélade. Macedonia no estaba desgastada por las luchas y disponía de recursos naturales (cereales, oro y madera). La batalla de Queronea (338 a.C.) le permitió anexionarse Atenas y Tebas. Tras la muerte de Filipo II, su hijo Alejandro Magno, conquistó Persia y dirigió sus ejércitos hacia Egipto y la India, formando un gran imperio.

Tras su muerte en Babilonia (323 a.C.) sus generales se repartieron sus posesiones. Con Alejandro desaparecía el antiguo poder de los griegos, pero no su cultura que, fusionada con la oriental, dio origen al mundo helenístico

Fuente: http://thales.cica.es/rd/Recursos/rd98/HisArtLit/01/grec.htm